¿Quiénes Somos?
iglesia de Cristo en Indian Trail Aurora, Illinois
¿QUE ES LA IGLESIA DE CRISTO?
¿Le tienen confuso las muchas iglesias que hay? ¿No sabe cuál de ellas predica la verdad? Acaso, ¿repite el refrán "todas son buenas" pero no asiste
a los cultos de ninguna? O, tal vez pertenece a una pero ve en ella mucho que le preocupa. ¿Se queja de las divisiones, contiendas, contradicciones y
competencias que hay entre las iglesias? ¿De la mercadería que practican? ¿De los escándalos que brotan en algunas? ¿De la hipocresía que tacha el
testimonio de muchos hombres y mujeres que dicen seguir a Cristo?

Bueno, la verdad es que existe en el ámbito religioso del mundo mucho que confunde, mucho que justifica sus críticas y preocupaciones y no pocas
cosas que hasta alejan a las almas de Dios. Pero, ha de comprender que Cristo no tiene la culpa. El Señor no fundó muchas iglesias, distintas en
práctica y doctrina, sino una sola. Dijo: «Edificaré mi iglesia" (Mateo 16:18). Una, no muchas. En cuanto a la unidad, la plegaria de Cristo por los
miembros de la iglesia era: "Para que sean uno ... para que sean perfectos en unidad" (Juan 17:20-23). Una y otra vez, el Espíritu Santo exhorta que
estemos los creyentes perfectamente unidos. Dice: "Os ruego ... que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que
estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer" (1 Corintios 1:10).
Quedan pues, censuradas las divisiones; Dios no las aprueba.

¿Que le parece una iglesia que no sea una secta más inventada por los hombres sino una que es exactamente como la que fundó Cristo? ¿Imposible
que exista en pleno siglo XX? En absoluto. Aunque usted no la haya conocido hasta ahora, sigue fiel en doctrina y práctica desde el año 33 d. de C.
hasta el día de hoy. En la actualidad se compone de millones de miembros,
habiendo congregaciones en casi todos los países del mundo.

¿Le parece increíble que una iglesia sea como la original? ¿Apartada del sectarismo? ¿Estrictamente bíblica en culto, organización, doctrina y vida
espiritual? Comprendemos por qué dudara de ello. Sólo pedimos que considere imparcialmente esta en la cual perseveramos.

Un Nombre Bíblico

Nos llamamos "cristianos", sin otros apellidos o apodos. Las congregaciones se llaman "iglesias de Cristo" como en Romanos 16:16: "Las iglesias de
Cristo os saludan". No se dice que una congregación es "la iglesia del hermano fulano de tal". Este fue el error de los corintios quienes decían "Yo
soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo". Pablo los reprendió con la interrogante:
"¿Acaso está dividido Cristo"? (1 Corintios 1:12,13).

Un Credo Infalible

El credo nuestro es la Biblia, único libro inspirado por el Espíritu Santo. Los credos de concilios, los catecismos, las disciplinas, ¿no son todos estos
nada más que obras de hombres falibles? Pues, no los admitimos sino que hablamos "conforme a las palabras de Dios" (1 Pedro 4:11),
no yendo más allá "de lo que está escrito" (1 Corintios 4:6).

Cómo Adoramos

Si nos visita, (y lo puede hacer en cualquier ocasión sin compromiso, como observador, sin participar) verá que adoramos "en espíritu y en verdad"
(Juan 4:24). No encontrará ningún desorden ni alboroto, pues, sometiéndonos a las instrucciones del Espíritu Santo, hacemos "todo decentemente y
con orden" (1 Corintios 14:40). Varones fieles y de buen testimonio dirigen los cultos. En cuanto a las hermanas, el Espíritu Santo ha ordenado:
"Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones" (1 Corintios 14:33,34), añadiendo en 1 Timoteo 2:12:
"Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre". Por lo tanto, en los cultos de la iglesia de Cristo las mujeres no dirigen
ni predican.

Cómo Oramos

A menudo para comenzar los cultos, elevamos una oración al trono de Dios. "Hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1
Timoteo 2:5). Por lo tanto, oramos sólo en el nombre de Jesús. No oramos todos a la vez en voz alta, lo cual, si se hiciera, traería mucha confusión,
sino que un hermano dirige, los demás asintiendo por medio de decir el "Amén" al final de la oración.

Cómo Cantamos Sin Instrumentos

Aunque le parezca cosa extraña, la única música que usaba la iglesia del primer siglo era vocal. Es la única que encontrará en la iglesia de Cristo del
siglo 20. No tocamos guitarras, panderetas, maracas, trompetas, acordeones, pianos, órganos ni ningún otro instrumento. Cantamos. "Cantaré con el
espíritu, pero cantaré también con el entendimiento" (1 Corintios 14:15). "Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales,
cantando y alabando al Señor en vuestros corazones" (Efesios 5:19). "Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y
cánticos espirituales" (Colosenses 3:16). "¿Está alguno alegre, cante alabanzas" (Santiago 5:18). Al visitarnos, sería muy de nuestro agrado que
cantara con nosotros, pero no haría nada fuera de orden de no hacerlo.

Referente al culto celebrado por los judíos bajo el Antiguo Testamento durante la era antes de la muerte de Cristo, sabemos que se usaban
instrumentos. Pero, debiéramos entender que cuando el Señor fue crucificado, el Antiguo Testamento fue anulado, siendo quitado de en medio y
clavado en la cruz (Colosenses 2:14-17). Ahora, textos tales como el Salmo 150 no están vigentes. La iglesia adora según los mandamientos del Nuevo
Testamento, no conforme a los del Antiguo. "Al decir: 'Nuevo Pacto', ha dado por viejo al primero, y lo que se da por viejo y se envejece, está
próximo a desaparecer"
(Hebreos 8:13).

Cómo Ofrendemos

Si asiste, como visitante, a una reunión de la iglesia de Cristo, no se le pedirá nunca ofrenda alguna, ni se le ofrecerá en venta artículo religioso
alguno. No somos como los que hacían del templo de Dios una casa de mercado" (Juan 2 :13-17) o "cueva de ladrones" (Mateo 21:12,13). Predijo el
Espíritu Santo: "Por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas" (2 Pedro 2:3). No somos de los que cumplen dicha profecía, pues
no vendemos bizcochos ni pasteles, ni discos, cintas grabadas, revistas, libros o pañuelos ungidos, ni pedimos en las calles. Tampoco exigimos el
diezmo ya que la ley de diezmar fue abrogada al morir Cristo en la cruz.

Hacemos todas nuestras obras evangelísticas y benévolas mediante ofrendas dadas voluntariamente el primer día de cada semana. Esto es bíblico. No
todos los días sino "cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado" (1 Corintos 16:2). "Cada uno dé
como propuso en su corazón. no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre" (2 Corintios 9:7). La ofrenda "será acepta según lo
que uno tiene, no según lo que no tiene" (2 Cor. 8:12).

Cómo Celebramos La Cena Del Señor

En sus cultos celebrados el primer día de cada semana, los miembros de la iglesia de Cristo conmemoran la muerte del Señor por medio de comer del
pan sin levadura y tomar de la copa. Su práctica es bíblica. Los primeros cristianos "perseveraban ... en el partimiento de pan" (Hechos 2:42), o sea,
en la Cena del Señor. "Perseveraban", es decir, partían el pan a menudo. ¿Cuándo? Hechos 20:7 dice que lo hacían los domingos. "El primer día de la
semana (domingo), reunidos los discípulos para partir el pan". Otros textos, tales como 1 Corintios 10:16-22 y 11:17-34, enseñan cómo se debiera
celebrar la Cena. Desde luego, sólo los miembros fieles tienen derecho de comer la cena.

Cómo Ser Miembro

Usted también podrá tener la dicha de comer la Cena y gozar de muchas otras bendiciones en Cristo al hacerse miembro de esta iglesia
auténticamente bíblica. A fin de lograrlo y así salvarse, sólo tiene que hacer lo que dijo Cristo. "El que creyere y fuere bautizado (sumergido), será
salvo" (Marcos 16:16). Dijo Pedro: "Arrepentíos, y bautícese ... para perdón de pecados" (Hechos 2:38). Si cree, se arrepiente y se bautiza, Cristo le
añadirá a Su iglesia (Hechos 2:47), y, perseverando en santidad, estará preparado para el día cuando el Señor venga para llevar su pueblo a la gloria
celestial. Pues, ¡sálvese ahora! Conviértase a Cristo. Bautícese cuanto antes y hágase miembro de una congregación regida por las doctrinas y
normas del Nuevo Testamento.
Dios le bendecirá ahora y para siempre.


Escrito por Dewayne Shappley